1 Corintios 1,10

"Os conjuro, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a que tengáis todos un mismo hablar, y no haya entre vosotros divisiones; antes bien, estéis unidos en una misma mentalidad y un mismo juicio."
1 Corintios 1,10

LA GRACIA (Parte I)

¿Además del cuerpo, de qué otras cosas está dotado el ser humano?
Los seres humanos tenemos una vida corporal y una vida espiritual: estamos dotados de cuerpo y alma.

¿Qué es el alma?
Los seres humanos pensamos y podemos tomar decisiones. Eso es el alma: entendimiento para pensar y voluntad dotada de libertad para optar por una cosa u otra, y por el bien o por el mal.

Pero los seres humanos tenemos la posibilidad de tener una vida que nos eleva aún más. ¿Cuál es esa vida?
Es la Vida de Dios en nosotros. Eso se llama Gracia. Así que, siguiendo a San Pablo (1 Ts. 5, 23) y para entender mejor lo que vamos a tratar, la Gracia, vamos a distinguir en el ser humano: cuerpo, alma y espíritu:
Cuerpo: lo físico
Alma: entendimiento y voluntad.
Espíritu: la Vida de Dios en la persona.

¿Cuándo se pierde la vida del cuerpo?
Cuando la persona muere. ¿Qué muere el cuerpo, el alma o ambos? Muere el cuerpo. El alma no muere, porque es inmortal. El alma continúa viviendo, en espera de reunirse con el cuerpo en la resurrección final.

Pero … ¿cuándo se pierde la Vida Espiritual, la Vida de Dios, la Gracia?
Al pecar gravemente, al cometer un pecado mortal, se muere la vida espiritual, se pierde la gracia, perdemos la Vida de Dios.

¿Alguien recuerda una parábola de Jesús sobre la Vid y las ramas?
Cita y texto:
Jn. 15, 5-6“Yo soy la vid y ustedes las ramas. El que permanece en Mí y Yo en él, ése da mucho fruto, pero sin Mí no pueden hacer nada. Al que no permanece en Mí lo tiran y se seca, como a las ramas, que las amontonan, se echan al fuego y se queman”.
Nosotros vivimos en la ciudad, pero aún en los apartamentos, podemos ver las plantas en las jardineras y en los potes.

¿Qué sucede a las hojas y ramas que están separadas de la planta, del tallo?
Se secan, se mueren y las echan fuera. Pero las hojas que permanecen unidas al tallo, siguen con vida. A eso se refiere en Señor cuando dice que tenemos que permanecer en El, pues sin El nada podemos hacer. Un alma que se separa de Dios por el pecado mortal es como esa rama o esa hoja que se separa de su mata. Esas hojas y ramas secas no tienen remedio: ya no se pueden volver a pegar a la planta.

¿Y nosotros? ¿Tenemos remedio una vez separados del tronco que es Cristo? ¿Cuál es nuestro remedio?

El arrepentimiento (¡mejor el arrepentimiento perfecto!) de nuestros pecados y la Confesión.

Vamos a tratar de dar una definición de lo que es la Gracia:


La Gracia Santificante.
La Gracia es la Vida de Dios en el alma de un ser humano. Es la ayuda sobrenatural y gratuita que Dios nos da para poder llegar a El en el Cielo, para gozar de esa felicidad eterna para lo cual nos creó. Esto significa que: la Gracia es un don, un regalo, y como tal, no lo merecemos. La Gracia tiene una finalidad sobrenatural, que es el obtener la felicidad eterna en el Cielo. ¿Cuándo recibimos la Gracia Santificante? En el Bautismo.

¿Debemos quedarnos sólo con la cantidad de Gracia que recibimos en nuestro Bautismo?
La Gracia recibida en el Bautismo debe aumentarse siempre, porque quien no avanza se estanca y termina por retroceder en la Vida de la Gracia.

¿Cómo se aumenta la Gracia Santificante?
  • Directamente: Con los Sacramentos: Confesión y Comunión.
  • Indirectamente, disponiéndonos a recibirla y según esa disposición: Con la oración. Con la lectura y reflexión de la Palabrade Dios. Con la aceptación cristiana del sufrimiento. Con las buenas obras. Amor a Dios: Dios primero que todo. Amor al prójimo: ayudarlo, servirlo, perdonarlo. Estudio de las cosas de Dios. Evangelizando: llevando el mensaje de Cristo.
¿Cómo disminuye la Gracia Santificante?
Con los pecado veniales se debilita la Gracia.

¿Cómo se pierde la Gracia Santificante?
Con el pecado mortal, el cual expulsa a Dios de nuestra alma y nos separamos de El.

¿Cómo se restaura la Gracia Santificante?
Con la Confesión, comenzando con el arrepentimiento, pero cumpliendo las otras condiciones de la Confesión.
¿Cuáles son? Examen de conciencia, arrepentimiento, propósito de enmienda, confesión y cumplir la penitencia.

(Continúa en La gracia (Parte II))

No hay comentarios: